El paisaje surge de la interacción de los diversos agentes geográficos. Estos agentes son materiales y energéticos de los que derivan formas y procesos. Se clasifican en Litosfera, Atmósfer, Hidrosfera y Biosfera. De esta última se diferencia la Antroposfera formada por las poblaciones humanas y que juega un papel diferenciado como agente del paisaje.
La interacción de estos agentes forma el amplio espectro de paisajes definidos por sus características geográficas. La relación que existe entre todos sus elementos constitutivos es multicausal y dinámica. Los cambios son tanto producto como condicionante de la dinámica de los paisajes, en los cuales el ser humano cumple un papel específico.
De manera dominante y con influencia total sobre el paisaje está la litosfera. Las estructuras formadas por el movimiento de las placas tectónicas es decisiva para la formación del escenario que es el paisaje. Diferencia los terrenos continentales de los oceánicos y condiciona fuertemente las estructuras superficiales que presenta la corteza terrestre, o lo que es lo mismo, el relieve
Estos relieves son transformadas a nivel superficial por la atmósfera y la hidrosfera a través de la erosión el transporte y la sedimentación. Estos dos agentes (que actúan como uno solo, pero que siempre se han separado por la diferencia funcional entre estado líquido y gaseoso) se encargan de equilibrar los relieves litológicos erosionando los resaltes (montañas, picos, escalones), transportando los materiales erosionados y depositándolos en las zonas más planas o en el mar, y dando lugar a formaciones superficiales.